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martes, 19 de febrero de 2013

Mecho inicia con un nuevo proyecto.

“Uno no debe repetirse, sino reinventarse siempre”, Luis Demetrio (Mecho) Calvo.


Caricaturista se despide después de 9 años de su labor en el Semanario Universidad.

Su proyecto actual está con el medio electrónico CRHoy tiempo completo como caricaturista.

Concedió una última entrevista a este medio como despedida, recordó entre otras cosas los polémicos tiempos de la discusión del Tratado Libre de Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (TLC)

Mecho es oriundo de Quircot de Cartago, inició en el Semario cuando aún era estudiante de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica.

(Foto: Katya Alvarado)


¿Cómo fue su llegada al Semanario?

 —No buscaba ser caricaturista. La caricatura encerró todo lo que podía buscar en una forma de expresión, ocuparme de temas sociales, ambientales o políticos; las circunstancias que se han dado en Costa Rica en estos años me hicieron querer aportar algo.

El Semanario realmente fue una escuela, como aprender el abecedario, sílabas y palabras para formar poco a poco un vocabulario y lenguaje propios. Ha sido un proceso total. Antes de llegar al Semanario, me veía como profesor o pintor, pero nunca como comunicador gráfico.

 A lo largo del trabajo en el Semanario, ¿qué evolucionó de manera más rápida, el dibujo o el fondo conceptual de su caricatura?

La parte conceptual fue el área que más esfuerzo requirió, pues se debe hacer investigación y aprender a partir de conceptos puntuales, a veces una frase. La parte técnica evolucionó con la misma tecnología y los materiales disponibles.

Participé en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, viajé a San Antonio de Los Baños (Cuba) —donde logré una mención honorífica en un certamen internacional—, y a Colombia. También, concursé en certámenes de Brasil, Italia y Estados Unidos.

¿Con cuál de los trabajos que presentó en esas participaciones internacionales se sintió más satisfecho?

Con la de Cuba, “Humo-Sapiens”, pues la mención de honor fue la puerta que se me abrió al exterior. También, con la “Monalisa” que hice para un certamen en Colombia, más conceptual. En todas esas experiencias la parte política no deja de estar presente, sobre todo en Cuba, donde una caricatura que hice sobre el bloqueo dio bastante de qué hablar. Puede ser muy delgada la línea entre un humor crítico y agudo y la ofensa.

¿Cómo aprendió a mantener esa diferencia?

 —Respeto. Mi padre siempre me enseñó a respetar a las personas y entender que todos cometen errores. Mi trabajo consiste en analizar y ofrecer elementos para que la gente juzgue y saque sus propias conclusiones sobre los personajes.

A lo largo de estos nueve años, ¿qué temas fueron particularmente difíciles de caricaturizar?

 —Todo tema es difícil; lo importante es cómo entenderlo y para ello hay que informarse, ver cuál es el enfoque y darle una visión, buscar que así como uno asimila la información, la reciba la persona que ve la caricatura. Uno no debe repetirse, sino reinventarse siempre.

 ¿Tiene la caricatura el espacio que debería tener en los medios de comunicación?

A nivel nacional es muy difícil. No todos los medios se animan a dar espacio en sus páginas y menos en portada. El Semanario en eso ha sido la referencia desde la época Hugo Díaz; ha sido un medio totalmente alternativo y diferente. 

 Mecho abordó también el tema de la guerra “contra el terrorismo”. (Cortesía: Mecho)


El aporte de Mecho Mecho desarrolló una gran calidad técnica y capacidad de síntesis conceptual. (Cortesía: Mecho) noticia de Mecho

Escrito por Vinicio Chacón (vinicio.chacon@ucr.ac.cr)

Adaptado por: Damaris Cerdas R.

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